En mi actividad como joyero sólo realizo piezas únicas. Todo el proceso de elaboración, tanto creativo como técnico está hecho por mí. Lo mismo ocurre en la realización de las herramientas para toyohari; todo el progreso de las piezas, desde la fundición del metal y desarrollo de las formas, hasta el acabado y pulido de estas, solo pasa por mis manos, utilizando exclusivamente métodos artesanales.
Amo el oficio artístico y el servicio serio al cliente. Mis piezas están hechas una a una, poniendo mucha atención en cada detalle y en la necesidad particular de cada encargo. Así, también realizo encargos especiales con diferentes metales, formas y medidas, adaptandome al deseo de cada acupuntor.
He desarrollado una aleación de 5 metales (Ag, Au, Pt, Cu, Ni) que básicamente utilizo para hacer los teishin. Los acupuntores que los usan la aprecian mucho y dicen que tiene unas cualidades armonizantes muy singulares.
Mi compañera, Carmen Saumell, es practicante de toyohari y miembro activo de SBTA (Spanish Branch of Toyohari Association). Su colaboración me ayuda a comprender mejor las características y cualidades que han de tener las herramientas para una mejor precisión y una mayor efectividad. También, gracias a ella y a las facilidades que me da la organización, expongo mi trabajo en los workshop de Toyohari que se celebran cada año en diversas ciudades de Europa, dando la posibilidad de poder probar y testar las herramientas, y así, en caso de adquirirlas o encargarlas, poder beneficiarse de descuentos en el precio o de no tener gastos de envío.
Trabajo sólo, sin intermediarios. Todas las piezas pasan sólo por mis manos. Como son hechas a mano y artesanalmente, no hay una pieza igual a la otra; todas tienen su propia “huella dactilar”.
Sus medidas a veces varían en algunas centésimas de milímetro , o aparece algún pequeño poro en la superficie del metal. Nada de esto perjudica la funcionalidad de la herramienta, más al contrario, la singulariza.